La UNESCO pide que se respete el derecho internacional humanitario, en particular la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y sus dos Protocolos (1954 y 1999), para garantizar la prevención de los daños al patrimonio cultural en todas sus formas.
Esto incluye también las obligaciones derivadas de la Resolución 2222 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la protección de los periodistas, los profesionales de los medios de comunicación y el personal asociado en situaciones de conflicto, para promover medios de comunicación libres, independientes e imparciales como uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática, y que puedan contribuir a la protección de los civiles.
La UNESCO hace también un llamamiento a abstenerse de cualquier ataque o daño a los niños, los docentes, el personal educativo o las escuelas, e insta a defender el derecho a la educación.
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